Diseñadores de un parque de diversiones acusados por homicidio de un niño
Hace dos años las vacaciones de verano de Caleb Schwab, de 10 años, en el parque de diversiones acuático Schlitterbahn en Kansas resultaron ser sus últimas, cuando fue expulsado de la balsa
Saturday 31 March 2018 - 18:00 HS

El martes 27 de marzo de este año dos personas enfrentaron cargos por homicidio en segundo grado en relación con la muerte del niño en el tobogán Verruckt, el más alto del mundo, según una acusación formal divulgada.
Con la acusación formal de los diseñadores Jeffrey Henry, que también es copropietario del parque acuático Schlitterbahn, y John Schooley ya suman tres el número de personas acusadas en el caso, pues Tyler Austin Miles, ex director de operaciones del parque, fue también acusado la semana pasada de homicidio involuntario, junto con la compañía constructora de la atracción.
Además, todos fueron también acusados de agravio y poner en peligro la vida de menores por las lesiones sufridas por otras 13 personas, incluidos cuatro niños, en el tobogán acuático antes de que Caleb Schwab fuera asesinado en 2016.
Las acusaciones han desatado controversia por ambas partes, pues mientras que unos consideran que la prestigiosa reputación de los diseñadores es evidencia de que el trágico suceso fue un accidente, otros aseguran que dicho accidente fue resultado de negligencia y por ello alguien debe hacerse responsable.
Entre las evidencias presentadas en el caso se encuentra una entrevista en la que el diseñador Jeffrey Henry explicaba el peligro del viaje y admitía que “podría morir de bajada”. Además, en su declaración el ex jefe de operaciones, Tyler Austin Miles, confesó que aunque Henry no poseía "credenciales técnicas o de ingeniería", controlaba "muchas decisiones clave" en el diseño de las atracciones Schlitterbahn.
La atracción consistía en que una balsa con ocupación para tres pesos, con un peso total de entre 181 y 227 kilogramos, se deslizara hacia abajo a una altura de 51 metros con 40 centímetros, mayor que las Cataratas del Niágara, sólo para lanzada colina arriba de nuevo con una última caída de 15 metros. Todo esto a 104 kilómetros por hora.
Originalmente, se mencionó que la muerte del pequeño de 10 año se debió a una lesión en el cuello, pero la investigación arrojó que la gravedad de dicha lesión fue tan extensa que Caleb instantáneamente decapitado cuando la balsa en la que él y dos mujeres estaban amarrados salió volando y colisionó con los aros de arriba y la red adherida al tobogán. Las dos mujeres sufrieron heridas en la cara y laceraciones, según los investigadores.
Aparentemente el arnés delantero, donde Caleb iba sentado, tuvo una falla y siendo su peso tan ligero la gravedad lo lanzó contra la red. Otras personas se han quejado en Internet sobre dicho problema con los arneses en el tobogán; incluso investigadores anunciaron que testigos confirmaron haber tenido la misma experiencia.
El parque de diversiones no liberó ninguna declaración hasta tres meses después del incidente, cuando el tobogán Verruckt, que significa "loco" en alemán, fue cerrado permanentemente y desmantelado.
"Todos nosotros en Schlitterbahn hemos tenido el corazón roto por la tragedia que ocurrió en Verrückt. En nuestros 50 años de proporcionar un entorno para que familias y amigos se reúnan, nunca hemos experimentado este tipo de evento devastador ", dice la declaración del parque dirigida hacia el público. "La seguridad de nuestro personal y nuestros huéspedes es nuestra principal prioridad. Somos padres y abuelos y muchos de nosotros hemos viajado en Verrückt con nuestros propios hijos y nietos a lo largo de los años que funcionó".
Hasta la fecha no existen regulaciones federales que rijan a los parques de diversiones en Estados Unidos, y la aplicación de las leyes estatales es bastante deficiente.
El lanzamiento al público de Verrückt se retrasó tres veces, un plazo de dos meses, debido al fracaso de las pruebas de seguridad. En ese entonces el video de dichas pruebas mostraba a los ingenieros preocupados al ver que las balsas salían disparadas una y otra vez. Finalmente en julio 10 del 2014, la atracción se inauguró añadiendo cinturones de seguridad y la red superior como medidas preventivas.
Esta no es la primera vez que un accidente toma la vida de algún pasajero en una atracción de un parque de diversiones, por lo que de ser considerados culpables los implicados representaría un precedente legal y abriría paso a otras demandas similares.
Tú qué opinas ¿consideras que los diseñadores, operadores y constructores de dicha atracción deben ir a la cárcel?
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